viernes, 30 de diciembre de 2011

El museo de los niños

El Museo de los Niños Alto Rosario es un museo interactivo que recrea los espacios de una ciudad donde los chicos pueden jugar a ser médico, camarógrafo, capitán, marinero, bancario, locutora, periodista, enfermera, actriz...
El Museo propone un espacio enriquecedor y alternativo de encuentro que integra juego, movimiento, percepción, comprensión y expresión, incentivando la curiosidad, el interés por el conocer y la imaginación desde una mirada transformadora.

Basado en la Declaración de los Derechos del Niño, ha sido diseñado para propiciar en cada niño, el desarrollo de sus propios potenciales: “aprender haciendo” y “jugar y divertirse aprendiendo” son para nosotros conceptos fundamentales. El Museo está dedicado a chicos hasta 12 años, a sus familias, educadores y a través de todos ellos a la comunidad. Y para los más pequeños, hasta 3 años, tiene dos salas blandas especialmente construidas para estimular su actividad.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Tire dié

“El documental Tire dié es la primera encuesta social que se filma en América Latina. Empieza a ser filmada en el año 1956 y se termina en el 1958, dos años después.  Tire dié está producido por una universidad argentina, la Universidad Nacional del Litoral en la Ciudad de Santa Fe. Es la primera vez ―año 1956, mitad de la década de 1950― que una Universidad asume la producción de un film, por eso yo les digo que todo esto debe ser visto y escuchado con el “signo del después”, porque hoy no hay Universidad en América Latina que no tenga un departamento de Cine o un departamento de Televisión o, como mínimo, un departamento Audiovisual.  Pero “Tire dié” se hace de manera que corresponde a una de las honestas astucias con las que a veces tenemos que movernos para poder hacer nuestro trabajo, que es la de encontrar un resquicio en el Instituto de Sociología que tiene esa Universidad. Porque para la Universidad en ese momento, y a pesar de que eran universidades bastantes progresistas, el cine era algo mal visto ¡todavía eran artes del diablo!  y solo a través de este Instituto de Sociología conseguimos  la producción de este film, obviamente con medios limitadísimos.
El nuevo cine latinoamericano, entre otras características, tiene la de no haber trabajado nunca sobre la base de géneros tradicionales, no estableciendo una especie de divortio acquarium entre lo que es ficción y lo que es documental como más o menos se entiende tradicionalmente o académicamente. Este especie de off limits, creo que es algo que está profundamente enraizado en nuestro ser cultural, en nuestras vivencias culturales en cuanto latinoamericanos, y es una idea que me está rondando en estos días, quiero trabajarla un poco mejor, pero se las anticipo, porque creo que, en definitiva, en el caso específico del cine, esta no discriminación, o mejor, esta contaminatio ―como la llamaría Pasolini―, esta contaminación de géneros entre lo ficcional y lo documental no son y no es sino una de las tantas expresiones, en este caso estética, de nuestro sincretismo cultural”.


Fernando Birri obtuvo con este documental el Gran Premio Especial del Jurado en el IV Festival de cine de SODRE, Uruguay, 1961. Posteriormente ha realizado una larga lista de documentales y películas de ficción, incluyendo un documental sobre Nicaragua “Remitente Nicaragua”. Sus obras han merecido menciones y premios en festivales internacionales de cine, entre otros, La medalla de oro de San Marcos en la XXIII de Venecia; El primer premio en la reseña cinematográfica del tercer mundo, Génova, Italia; Premio OCIC y Premio Coral en el IV Festival de cine latinoamericano en la Habana; Premio Paloma de oro en el 40 festival Internacional de Lepzig, Alemania.
Es miembro fundador y la más importante figura del Nuevo cine latinoamericano. Ha sido director de la Escuela internacional de cine y televisión en Cuba y actualmente es profesor visitante de universidades norteamericanas como Tufts y Stanford.


“Los pibes de la vía miran expectantes la llegada del tren. Nos enteramos a través de una encuesta, al maquinista, al fogonero y al guarda, de que el tren al pasar a paso de hombre por el puente da lugar a un problema que se repite cotidianamente con los pibes de la barriada.
El tren llega al puente, disminuye su velocidad a paso de hombre. Contemporáneamente, algunos pibes salen desde sus ranchos, míseras viviendas hechas de barro, paja, latas, bolsas y palos; otros abandonan sus juegos en el arenal y basural vecinos, otros apresuran sus changas y rebusques, otros que ambularon todo el día se encaminan hacia el terraplén. Nos acercamos a algunos de ellos y nos introducimos en el ambiente, mientras el tren prosigue su marcha a paso lento; a través de una encuesta nos enteramos de los problemas de la gente del lugar: la miseria, como consecuencia de la desocupación, salarios bajos y desclasamiento, ha implantado: el analfabetismo, la insalubridad, la prostitución, la delincuencia, el alcoholismo, la vagancia, la desnutrición, los rebusques, la inestabilidad familiar, la vagancia infantil, las changas infantiles, la promiscuidad y la mendicidad.
El tren está llegando al lugar donde los pibes siempre lo esperan. Al grito mecánico de “tire dié”, “tire dié”, “tire dié”, algunos pibes van corriendo con los pies descalzos sobre la pasarela de lajas rotas, de cincuenta centímetros de ancho, a siete metros de alto; mientras otros corren por debajo.  Los pasajeros, atraídos por los gritos, se vuelcan sobre las ventanillas del lado de la pasarela.
Otros pibes que han ido corriendo al encuentro del tren. Se entrechocan con los primeros que, dejados atrás por aquél, reinician su carrera siguiéndolo.  La miseria no hace distinción de sexo. Entre los pibes también hay “mangueritas” de “tirar de la manga”, pedir. El coro de pedidos aumenta en franca competencia. Los pasajeros reaccionan ante al espectáculo de diversas maneras: algunos comentan, otros se muestran indiferentes, unos tiran monedas, otros restos de comida y de dulces, otros golosinas; mientras unos se muestran apenados o molestos, otros se burlan haciéndoles correr varios metros para darles o no, al final, una moneda.
Bajo el puente, las monedas que se les escapan de las manos a los de arriba, provocan entre los pibes verdaderas arrebatiñas, peleas, revolcones y pujas en el barro. El tren llega al terraplén. Aquí se unen los chicos que han corrido por la pasarela atravesando el último tramo sin lajas, los que han corrido por debajo y los que por ser muy chicos o menos audaces se han amontonado a los dos lados de las vías esperándolo allí. “Tire dié diga, tire dié, tire dié diga, tire dié!”, es la gritería general. Con una encuesta al guardavía se completa el cuadro de riesgo y lo cotidiano del hecho.
Al tomar la curva el tren acelera y retoma su ritmo normal. Después de la “manga”, hacemos una encuesta entre los pibes que se van dispersando, para saber cuanto dinero sacaron y que harán con él: jugárselo, llevarlo a sus casas para contribuir en el presupuesto familiar, comprar cigarrillos y golosinas, ir al cine.
La barriada recobra su fisonomía habitual”.


Información extraída de la revista Carátula. "Tire dié (Un sueño con los ojos abiertos)".

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Área de Estudio. Encuestas y Entrevistas.

Con la intención de estudiar a fondo la realidad de los jóvenes en situación de calle, y tras averiguar las zonas que frecuentan en Rosario, decidimos actuar elaborando entrevistas con las que acercarnos a las circunstancias de algunos chicos. Así como encuestas para averiguar el conocimiento y la opinión que los viandantes tienen sobre esta situación. 


Tras nuestras primeras andaduras por Rosario, aquellas que nos valieron para adaptarnos a ella, comienza la primera fase de este proyecto, y quizá la más importante: El estudio directo de la situación, y la sensibilización social que gira en torno a ella.

Durante el próximo mes recorreremos las principales calles de la ciudad de lado a lado, abarcando un radio que oscila entre San Luis, Tucumán, Mitre e Italia, donde los chicos generalmente centran su actividad. Este área no fue elegida al azar. Es la zona comercial de rosario, donde el dinero de la ciudadanía cambia insaciablemente de manos. 
Examinamos día a día cada rincón de la peatonal Córdoba, Av. Oroño, San Lorenzo, Rioja, Santa Fé, San Martín, Plaza Sarmiento, 25 Mayo, Monumento a la Bandera… a diferentes horas del día, para obtener información variada a través de los diferentes perfiles que a diario comparten la calle.
Desde el principio, y para ir rompiendo el hielo a la hora de hablar con personas en situación de calle, intentamos estrechar un vínculo con quien se cruzaba en nuestro camino, empezando por los más pequeños. 
Las entrevistas nos ayudan a ordenarnos frente a los chicos y a no perder el objetivo de nuestras conversaciones con ellos, pero sobre todo, nos ayudan a ir conformando un reflejo de su realidad a través de sus propias palabras.




martes, 27 de diciembre de 2011

Poesía infantil

Con la espalda hecha un ocho
En una foto en blanco y negro
veo mi extraño esqueleto
y el médico me dice que por eso
estoy que no me tengo
Con la columna hecha un rollo,
más retorcida que un ocho,
voy andando del revés,
tan tiesa como pinocho
No podré solucionar
lo que pequeña empecé,
y siempre tendré que estar
cayendo por dar traspiés
Al revés estar sentada
torcida como ensaimada,
sin poder mirar al frente,
ni ver la cara a la gente
El espejo no veré
ni me miraré los pies
por esa mala afición
de sentarme del revés

-Davinia Megias Martín, 13 años, Aranjuez, Madrid, España-



Poesía extraída de la web "el huevo de chocolate".

lunes, 26 de diciembre de 2011

Los Hijos del Hambre no tienen Mañana

Canteca de Macao

Canteca de Macao es una formación musical que comenzó tocando en las calles madrileñas. A través de sus tonalidades flamencas, reggae y ska, esta mestiza banda lucha por impregnar la música con algunos síntomas ocultos tras la falta de solidaridad. Esa solidaridad que planea naufragando sobre la amplia multiculturalidad latente en cualquier ciudad.
Con “Los hijos del hambre no tienen mañana”, Canteca arroja una luz cegadora sobre uno de los  problemas sociales más crudos que inundan Gibraltar. A pesar de que el problema arría desde el norte de África, salpica a toda la península Ibérica, desde donde hoy tratamos de hacer eco para contrastarlo con algunos otros problemas que navegan también a través de Argentina.



viernes, 23 de diciembre de 2011

Las baldosas de Charly

Charly es un transportista de la fantasía, un cazador de sueños, un artista que sabe descoser la prófuga plata de la avidez de sus dueños, hilándola a la madeja del trapo que viste la humilde bizarría de su amigo Giuseppe. 
A esta altura de la peatonal no se necesita una escalera tanto como una maleta a juego con las notas de un piano de cartón y el carisma musical de un fiel compañero animado. 
A pesar de todo, no falta espacio para el tímido baile de un camión que lucha con los hollines del tiempo, ni para la oscuridad de unas prendas que ocultan en lo posible los esfuerzos de un compositor de ademanes mágicos. Sobre las ligeras alas de un par de modestos brogues irlandeses, unos desordenados hilos desatan la fantasía de los niños que exploran la posmodernidad del abrumador paisaje urbano.
En torno a este improvisado escenario de grises baldosas, es más fácil alimentar el alma con íntimas y personales fábulas que nos alejan de los engranajes de la realidad adulta, dejándonos guiar a través del añejo juego de uno de sus peores ejemplos. Infame paradigma cuya imaginación continúa aun hoy mezclándonos con la extraviada filosofía de Nunca Jamás.





jueves, 22 de diciembre de 2011

Los pedales de la ausencia

"Las bicicletas son una forma poética de hablar de las ausencias. 
Invitan a mirar y pensar dónde estará el dueño"
Fernando Traverso es un artista plástico rosarino. Nació en 1951 en la ciudad del Ché y de Fontanarrosa, donde estudió Artes Visuales, carrera que abandonó a los 21 años para dedicarse a la militancia social en los barrios. A finales de los 70s, una de las tantas mañanas en las que Fernando se encontraba caminando por las calles de su ciudad se cruzó con un amigo, un compañero militante social como él, que venía andando en bicicleta. Su amigo, que sabía que estaba siendo seguido, fingió no conocerlo, no lo saludó y continuó pedaleando. Un rato más tarde Fernando decidió volver sobre sus pasos y rehacer el camino que venía haciendo su amigo. A las pocas cuadras encontró la bicicleta atada a un árbol. Pasaron los días, en los cuáles Fernando volvía al mismo árbol, y la bicicleta continuaba ahí, encadenada. Así, un día comprendió que a su compañero se lo habían llevado y decidió romper la cadena y llevarse la bici. El dueño es uno de los 29 amigos de Traverso desaparecidos por la dictadura.
Casi 25 años después, Traverso decidió homenajear a sus compañeros y a los 350 desaparecidos y secuestrados rosarinos, víctimas de la represión ilegal y el terrorismo de Estado. Retomó entonces la figura de la bicicleta que espera a su dueño y se propuso realizar 350 esténciles en las paredes de la ciudad. Eligió el 24 de marzo de 2001 para estampar en una pared la primera bicicleta .
"Recuerdo que para ese entonces también hicimos una intervención con el grupo En Trámite, en la plaza San Martín de Rosario, frente a lo que fuera un centro clandestino de detención y tortura. Esa noche, de madrugada, salí con el molde y el aerosol en la mano. Había visto una pared propicia. Quería hacer la 'prueba de artista'. Tenía mucha necesidad de ver el resultado. Las primeras bicicletas las realicé caminando, eligiendo paredones cerca de mi casa. Las realizaba de noche, muy tarde. De regreso, a veces, debía apurarme porque amanecía, y las calles comenzaban a poblarse."
"De cada una de ellas podría contar una historia, como por ejemplo, la que quedó a medio hacer en la ex jefatura de policía, debido a que un oficial me detuvo al descubrirme. En otra oportunidad, un joven que venía de trabajar me llevó en su auto para que le pintara una en la pared de su casa; cargamos las dos bicicletas, la real en el baúl del coche y la otra, la del esténcil, en el asiento trasero y partimos. El diálogo que se generó durante el viaje fue maravilloso. Al llegar, la hicimos en silencio, pues quería darle la sorpresa a su mujer cuando se levantara a la mañana. O sino cuando salía en las noches de invierno, muy abrigado, con mi gorro de lana y cuellera, y veces, a la madrugada, me encontraba con los chicos que salían de los boliches que pedían que me sacara el abrigo de la cara, porque querían conocerme. 
En la actualidad, todas las mañanas al ir a mi trabajo en bicicleta me cruzo con otros ciclistas y a su vez con esas otras estampadas en las paredes. Estoy seguro que algunos, después de verlas ahí, tan solas y desamparadas, siguen viaje armando una poesía en su cabeza."
Así, la silueta de la bicicleta abandonada se transformó en una metáfora de la ausencia.




Extraído del blog coolturizateya. Fernando Traverso y las bicicletas de Rosario.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Hijos del Agobio y el dolor

En Rosario, hace diez años, los problemas de escasez y exclusión social en muchos de sus barrios, se debían mayormente a la desigualdad provocada por el ineficaz sistema establecido, y a una dura crisis económica que resultaba por aquel entonces como producto del mismo. 
Los niños de hace diez años, los que vivían en estado de vulnerabilidad, eran pobres claro está, y no tenían prácticamente nada salvo a ellos mismos. Se dedicaban diariamente a vagabundear por las calles en busca de pedacitos de vida que sobraran a los demás miembros de esta extremista red socioeconómica. Pero al menos, lo hacían alejados de las drogas. 
Aquellos que hace diez años eran niños pequeños, hoy en día son jóvenes adolescentes, que probablemente no hayan disfrutado en su camino de los consejos y el amor necesarios para crecer sana y dignamente. Esas carencias pueden suplirse fácilmente con malos hábitos como la droga. Un negro bálsamo que hace olvidar con eficacia las vergüenzas del mundo.
Es importante observar cada paso que da una sociedad y su posterior repercusión en el futuro. Absolutamente ningún acto queda impune. El destino, si es que existe realmente, no debe ser algo establecido e invariable, ni escrito, por supuesto. Si existe, debe ser algo maleable, un eterno autodefinido, crucigrama o pasatiempo que va recogiendo cada palabra, cada hecho que realizamos, aprovechando toda decisión para ir forjando un recorrido.
Todo ser o comunidad se ve inclinado en su periplo vital hacia unos atributos determinados, debido a la influencia de uno o varios hábitos. Como sucede con la vida de una persona, la trayectoria de una sociedad marca unas pautas claras que quedan descritas por el influjo de algún hábito. Todo puede llegar a convertirse en un hábito, desde la risa hasta el llanto. El alcohol, la pobreza, el deporte, el mate, los caramelos de fresa, el dolor o la felicidad pueden, como no, llegar a ser hábitos. Tanto personales como colectivos.
Si los hechos del "Diciembre Trágico" no pueden volver a repetirse, es debido a las repercusiones con las que tales acontecimientos han tatuado las almas de todos los argentinos, y también porque esta sociedad se está haciendo inmune a las penas, gracias a su estrecha relación con el llanto. Sus tristes hábitos la están haciendo subir constantemente un peldaño más en la escalera hacia su destino. 
Un destino que, por suerte para todos, siempre estará sujeto al cambio, pero que tiene el deber de revisar continuamente sus hábitos para saber elegir de forma honesta y acertada aquellos que le son favorables. Cuanto más tiempo se tarde en vislumbrar el error, más difícil será realizar el esfuerzo que traiga consigo el cambio.


En primera persona


Durante ocho años, Graciela Cappelano fue compañera de trabajo de Claudio Lepratti en la Escuela Serrano, donde habitualmente en el turno tarde-noche comen más de 50 chicos.

“Tanta muerte para que todo siga igual, porque aquí en el barrio la pobreza y la marginalidad están igual o peor que hace 10 años, te diría que peor por la droga, cada vez más, ¿qué dejó la muerte de un muchacho como Pocho? Nada, no sirvió de nada”, resume Graciela con bronca, que desde hace 26 años trabaja en la Escuela Serrano como ayudante de cocina y recuerda a Lepratti como “un ser buenísimo, preocupado por los chicos, por los pobres”. Y agrega: “Supimos en su velatorio de su trabajo en Ludueña que no sabíamos, la cantidad de gente que lo quería.”
Graciela, resignada, describe al barrio Las Flores y el entorno de la escuela, diez años después: “Veo cada vez más pobreza, lo veo en el comedor, vienen las mamás con los hijos, con los taper para llevarle a los nietos. La droga es terrible, los chicos de la secundaria que vienen drogados, es una cosa de locos, nada que ver con lo que era el barrio antes, yo lo veo cada vez más pobre. La droga está muy fuerte, los chicos saben todo de quienes venden, dónde. Hay lugares que no me atrevo a ingresar; tengo amigas donde antes iba a tomar mate y ahora hay tiroteo entre bandas, los robos y la droga traen venganzas. Por más que haya planes, cada vez hay más pobres. Es horrible cuando te piden más y no le podés dar. Es un barrio con mucha hambre. Ahora que terminaron las clases te vienen de todos lados, por eso me pregunto ¿para qué murió Claudio?”.





Datos y declaraciones extraídas de la crónica de Santiago Baraldi
Diario El Ciudadano Web. 19 de Diciembre de 2011

martes, 20 de diciembre de 2011

Fuerte Reclamo de Justicia por las Víctimas de 2001

A diez años del estallido social que acabó con el gobierno de Fernando de la Rúa, familiares de personas asesinadas en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, juntos a organizaciones gremiales, políticas y sociales reclamaron ayer en Rosario "justicia" por aquellos crímenes y que sus autores materiales e ideológicos paguen su condena en la cárcel.

La conmemoración del "Argentinazo" en la ciudad se dividió en dos partes. Por las mañana, se hizo una manifestación frente a los Tribunales provinciales para señalar la complicidad judicial con la impunidad. Por la tarde, las mismas organizaciones marcharon por el centro rosarino y culminaron con un acto en el Monumento a la Bandera, con discursos de fuerte tenor político y la lectura de un documento elaborado por los familiares de las víctimas.
Tanto en la marcha como en el acto central, la bandera con las fotografías de las nueve víctimas santafesinas se colocó a la cabeza de los estandartes. En la misma figuraban como símbolo de la masacre los rostros y nombres de Graciela Acosta (18 años), Yanina García (18), Claudio Pocho Lepratti (36), Juan Delgado (24), Rubén Pereyra (20), Walter Campos (15), Ricardo Villalba (16), Graciela Machado (35) y Marcelo Passini (35), este último asesinado en la ciudad de Santa Fe.
En todo el país fueron asesinadas 38 personas en la revuelta del 19 y 20 de diciembre. Varios de sus familiares también se acercaron ayer a Rosario.
La encargada de resumir el reclamo de los familiares de las víctimas fue Celeste Lepratti, hermana de Pocho, quien leyó un documento que se elaboró en la ciudad luego de un encuentro de familiares una semana atrás.
La mujer, con tono pausado pero firme, dijo que a una década de la tragedia "seguimos reclamando por la falta de justicia" y responsabilizó a todos los estamentos del Estado por los crímenes de sus seres queridos, desde el poder político hasta el Judicial.
"El Estado tiene que reparar el daño que nos ha hecho", pidió Celeste Lepratti, y señaló la complicidad política del ex gobernador Carlos Reutemann. Además, reclamó que sean "removidos" de sus funciones todos los jueces que llevaron adelante las causas por las muertes del 2001.
La figura de su hermano Pocho, con el símbolo de la bicicleta y la hormiga, estaba estampada en banderas y remeras de los miles de manifestantes que se acercaron al Monumento.
Antes que ella hablaron Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora), Pablo Micheli (secretario general de la CTA), Eduardo Delmonte (CCC) y Hernán Méndez (FUR).
Con distintos matices, todos señalaron que los acontecimientos del 2001, con el pueblo ganando las calles, significó el fin del neoliberalismo, además de cuestionar a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner por criminalizar la protesta social.
Al final del acto no hubo casi desconcentración. Los manifestantes se quedaron disfrutando un show musical armado para la ocasión con el Monumento como escenario.





Artículo escrito por Walter Palena. Extraído del diario La Capital. 20/12/2011

lunes, 19 de diciembre de 2011

Diez años de la despedida del Ángel en Bicicleta

Un día como hoy, hace diez años, el militante popular Claudio Lepratti fue asesinado en Rosario a manos de la policía provincial de Santa Fé.
Aquel día, Argentina entera estaba conmocionada por el azote de una crisis económica de gran magnitud, conocido como “el Argentinazo”, o más común y neutralmente conocido como “el Estallido” o “Diciembre Trágico”. 
Debido al intento por parte del gobierno de bancarizar la economía y mantener recursos dentro del sistema financiero (“el Corralito”), la crisis económica desembocó en una crisis política y social que estremeció al país con numerosas protestas por parte de la clase media, que salía a la calle golpeando cacerolas. 
Aquel día negro para la sociedad argentina, las fuerzas del estado salieron a la calle con la intención de reprimir los saqueos que se estaban produciendo en las calles, pero en la ciudad de Rosario, la actividad de los efectivos de la policía cumpliría un papel muy distinto.  
Mientras Pocho pedaleaba hacia el comedor de la Escuela 756 de Las Flores, el canto de las sirenas policiales tentaba al ambiente a inclinarse por el naufragio de una nación desorientada. Las bombas de gas lacrimógeno y las “supuestas” balas de goma, dibujaban el surrealista entorno visual y sonoro de la ciudad en cada uno de sus rincones.
En uno de esos rincones, a lo alto, en el tejado del edificio, se encontraba Pocho Lepratti cuando un coche policial frenó su trazada frente a la Escuela. 
“Dejen de tirar acá, que hay pibes comiendo” gritó Lepratti para prevenir a los imprudentes y necios policías, que prefirieron conversar haciendo uso de sus armas. Tal fue la elocuencia de las pistolas que una de las balas que arrojaron, y ésta certeramente no era de goma, atravesó el pecho de Claudio.
Dos de sus compañeras acudieron en su ayuda, pero su valentía, sumada tiempo después a la de Orlando Lepratti y la hermana de Pocho, no dio más que para encerrar a la sombra durante un tercio de la condena a 14 años de prisión (por “homicidio agravado por el uso de arma”) a Esteban Velásquez, quién tras disparar, trató por todos los medios de eludir la responsabilidad de su error con mentiras, falacias y la ayuda de sus corruptos compañeros de profesión. 
Lepratti murió de camino al hospital, el 19 de Diciembre de 2001.

“Dejen de tirar acá, que hay pibes comiendo”






La realidad social actual es triste y cruel, la historia de Pocho lo pone de manifiesto claramente, y no sólo es triste la realidad de algunos de los barrios más pobres de Rosario. Lo es en casi todos los barrios del mundo. 
Ese mundo en el que la bancarización de la economía va siendo cada día más y más importante que, por ejemplo, la labor social de un humilde activista social. 
Ese mundo en el que el hecho de que un gobierno pueda inflarse los bolsillos con miles y millones de mangos, es mucho más importante y necesario, que el hecho de que los pibes puedan comer tranquilos dentro de un comedor escolar. 
Ese paradójico mundo en el que los mortales más poderosos gozan de privilegios celestiales, mientras que los ángeles han de conformarse con subir al cielo en bicicleta.








Casi veinte años de lucha social, 
para quién quiera saber más sobre Pocho

El 27 de Febrero de 1966 en Concepción del Uruguay, Provincia de Entre Ríos, nace Claudio Lepratti.
Entre el 83 y el 85 estudió Derecho en la Universidad Nacional del Litoral como alumno libre. En ese tiempo desarrolló labores como cooperador dentro de la familia salesiana en beneficio de la juventud más necesitada, hasta que en el 86 ingresó como seminarista en el Instituto Salesiano “Ceferino Namucurá” de la localidad de Funes (Santa Fé).
Cinco años después, suspende su actividad como seminarista y se instala en la ciudad de Rosario. Se sitúa en el barrio de Ludueña, donde empieza a participar activamente en las organizaciones de base que durante más de tres décadas venia promoviendo el Padre Edgardo Montaldo, figura e influencia determinante en la formación de Lepratti como activista social y defensor de los pobres.
“Pocho”, como se conocía popularmente a Claudio Lepratti, promovió y participó en la formación de una veintena de grupos de acción entre niños y jóvenes de las barriadas más humildes de Rosario.
Grupos como Los Gatos, Los Pelos Duros, Grupo San Cayetano, Los Ropes, Los Piqueteros de Lurdes, La Murga de los Trapos, la Coordinadora Juvenil de la Vicaria Corazón del Barrio de Ludueña o La Vagancia, el primero de todos, se encuentran en el haber social de Lepratti. Grupos que creó y coordinó y en los que colaboró activamente dentro del barrio de Ludueña.
En ese mismo barrio fue promotor de huertas orgánicas y cría de animales a través del grupo Prohuerta. Formó campamentos y talleres de formación. Colaboró en la proliferación de nuevos talleres y grupos de mujeres y jóvenes, ahondando en temas como la producción de jabón, la fabricación de hornos, la prevención de la salud y desarrollo de comedores comunitarios. 
Creó en colaboración con los adolescentes de Ludueña, los periódicos La Nota y La Notita, los cuales eran realizados gracias a la participación de los propios pibes en talleres de comunicación popular. De esta forma, trabajó también coordinando con otros grupos como la revista Angel de Lata, El movimiento Chicos del Pueblo y con las comunidades eclesiales de base, como Poryajhú (“pobres” en guaraní), así como en otras agrupaciones que atienden problemáticas de género en tales comunidades, como Desde el Pie.
Participó en el proyecto de “VIH/SIDA y el Mundo del Trabajo”, que con el apoyo de Promusida, coordinó acciones durante más de un año en la Municipalidad de Rosario. Este proyecto encauzaría los esfuerzos de otras organizaciones de idéntico corte preventivo que más tarde realizaría la Biblioteca Popular Pocho Lepratti.
En un esfuerzo formativo y difusor de sus experiencias de organización y lucha popular, participó en un centenar de encuentros nacionales e internacionales como los Seminarios de Formación Tecnológica. Los mismos que hoy en día siguen realizándose anualmente. Compartió también encuentros y congresos culturales del Partido Socialista Popular.
En 2001 viajó al seminario del Cesep de Brasil, en el que se encontró con algunas de las más importantes experiencias de lucha popular de América Latina, por ejemplo el Movimiento de los Sin Tierra, el Zapatismo del Estado de Chiapas en el sur de México o el Centro Memorial Martin Luther King de Cuba, así como con un centenar de militantes de base de otros países.
En su actividad gremial fue delegado de Base, congresista provincial de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), y de la CTA (Central de Trabajadores de Argentina).
Militó y acompañó activamente la organización de lucha en solidaridad con los trabajadores en conflicto a través de movilizaciones, instalación de carpas de protesta y huelgas.
Trabajó en el Centro Crecer Nº19 y dando clases en la escuela Luisa Mora de Olguin, dentro del barrio de Ludueña, conocida por la comunidad como “la escuela del Padre Edgardo Montaldo“ por su iniciativa, hace más de treinta años junto con los jóvenes y vecinos del barrio, para construirla.
Laburó también en la Cocina Centralizada de Rosario desde finales del 92 hasta diciembre del 96, cuando el Gobierno Provincial reflexionara acerca de la situación de los trabajadores despedidos. A partir de entonces, se incorporó como personal no docente de comedores escolares en la Escuela 756 del barrio de Las Flores, hasta el día en que trágicamente calló asesinado.



Datos extraídos de ¡Pocho Vive!. Biblioteca Popular Pocho Lepratti. Rosario.
Con la colaboración de la Agrupación Claudio "Pocho" Lepratti.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Primeras Impresiones

A primera vista ya pudimos apreciar la gran desigualdad social que se plasma a lo largo de estas calles. Hemos recorrido la calle comercial más importante de Rosario, la peatonal Córdoba. Mirábamos a la derecha y podíamos observar una cafetería repleta de gente disfrutando de su almuerzo o de un jugo en compañía de sus amigos o familiares. Sin embargo, no podíamos evitar mirar también hacia el lado izquierdo, en el que niños de tres años de edad ya andaban pidiendo limosna o vendiendo pañuelos y revistas. Los que ya andaban, claro.




jueves, 15 de diciembre de 2011

Una ONG rescató a 500 chicos que trabajaban en la calle

La fundadora de la organización no gubernamental (ong) Petisos de Bariloche, que sacó a más de 500 chicos de la basura, Elena Durón Miranda, es la única argentina seleccionada entre los 10 finalistas del concurso Heroes 2011 que realiza cada año la cadena de noticias CNN internacional, en reconocimiento a la labor de erradicación del trabajo infantil en su ciudad.

La fundadora de la organización no gubernamental (ong) Petisos de Bariloche, que sacó a más de 500 chicos de la basura, Elena Durón Miranda, es la única argentina seleccionada entre los 10 finalistas del concurso Heroes 2011 que realiza cada año la cadena de noticias CNN internacional, en reconocimiento a la labor de erradicación del trabajo infantil en su ciudad.
Elena tiene 41 años y aunque es mexicana, hace 12 que vive con su marido y su hijo en Bariloche. Desde entonces trabaja por los niños de la calle. Psicóloga de profesión descubrió la otra cara de la ciudad turística donde había cientos de niños que trabajaban revolviendo la basura. Esa imagen la impactó de tal manera que fundó una ong para erradicar el trabajo infantil.
En las afueras. "Me inserté en los barrios periféricos de Bariloche donde viven muchísimas personas castigadas por la pobreza, porque aquí ser pobre es muy cruel, significa soportar 10º bajo cero en casitas donde las ventanas son de nylon", contó Elena en diálogo con La Capital.
"Trabajé 2 años en el basural a la par de los niños recicladores porque me interesaba conocer las dinámicas de vida en la basura", relató. Y así, cerca de ellos pensó como sacar a los chicos de la basura "que revolvían con la mano con la cantidad de riesgos que ello implica para su salud", describió.
Dos años después logró que la Municipalidad otorgara un subsidio a las familias que sacaban a los chicos de ese trabajo, con la condición de que quienes recibieran esa ayuda no enviarían a ningún niño a trabajar.
Así nació el proyecto Petisos (Prevención y Erradicación de Trabajo Infantil SOS), para no sólo lograr erradicar el trabajo infantil, sino también la reinserción escolar.
"Había chicos de 12 años que a lo mejor tenían un nivel de primer grado. Entonces empezamos con un método intensivo de apoyo escolar para que se pongan al día, y al año siguiente lo conseguimos", explica la mujer que la CNN podrá premiar como Héroe del año.
La primera tanda de chicos que sacaron fueron 30 niños más sus hermanos y a lo largo de 10 años lograron evitar que 500 niños tuvieran que trabajar y pudieran ir a la escuela.
El subsidio municipal duró pocos meses, sin embargo lo suficiente para que las propias familias reconocieran la importancia de que sus hijos estudien. "Había que ampliarles el horizonte y mostrarles que podían darles un futuro", acotó Elena.
Petisos amplió su trabajo y ahora también acompaña a las familias donde detectan problemas; trabaja para erradicar la violencia infantil y los abusos y genera actividades para evitar que los chicos estén en la calle.
Ahora la CNN la eligió para ganar un premio que entrega cada año a personas que han contribuido a cambiar el mundo. Los finalistas asistirá al evento: "CNN Heroes: Un Tributo All-Star", donde recibirán $50.000 para su organización. El evento será transmitido en vivo el día 11 de diciembre de este año.

Extraído del diario La Capital, 3 de Octubre 2011

El lenguaje de la risa

Una sonrisa dice más que mil palabras
 y con rapidez se contagia


Rosana, sonríe   :)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El eco de la peatonal

Tras las voces y los pasos que miden el ajetreo de las peatonales de Rosario se halla el eco de los niños de la calle, la voz que nunca cesa, esa que a pesar de ser pobre no calla jamás, inmortal reclamo solidario ante la indolente actitud de la mayoría de los viandantes. 
Ese eco ineludible para las almas sensibles tiene nombre y apellido. Angel de lata.
Angel de lata es una revista de tirada mensual sin ánimo de lucro para sus creadores. Supone la llave a la despensa y el armario para muchos niños rosarinos en situación de calle. En su variopinto contenido puede vislumbrarse un espíritu de lucha que mira sin miedo hacia un mismo horizonte. La esperanza.
Esperanza de que sus vendedores puedan subsistir mientras llegan los refuerzos de la conciencia colectiva. Hoy en día los niños la adquieren por dos pesos y medio y la venden por diez. Una ganancia de tres cuartas partes del valor de la revista acaba en los holgados bolsillos de los pequeños y prematuros buscavidas.
Puesto que las sombras comerciales no siempre dejan ver la cruda realidad a los distraídos ojos de las sociedades modernas, daremos fuerza en nuestro blog al eco de la peatonal, como muestra de respeto y admiración hacia ese Angel hecho de lata y papel. Buen trabajo.


ANGEL DE LATA
Delata: Devela, Descubre, Denuncia y Acusa