miércoles, 4 de enero de 2012

Mil pasos hacia la felicidad

Una ONG con sede en Costa Rica estima que hay 40 millones de niños en América latina viviendo en la calle o trabajando en ella. Es incuestionable que detrás de todo esto está la necesidad de sobrevivir, familias quebradas y la exclusión social.
Está claro que hallar el equilibrio entre sociedades y acunar que todos los niños tengan los mismos derechos es totalmente necesario. Están pagando los costos de políticas insensibles, la reducción de las coberturas sociales y la caída en la pobreza de muchas familias que antes pertenecían a la clase media.
Es muy cómodo llamarlos "niños de la calle", pareciera que es como si ellos hubieran decidido vivir en ella, y hay quienes calman su conciencia con esa racionalización. En verdad, no son culpables de la vida que momentáneamente les ha tocado vivir ni han elegido pasar el día recorriendo las mismas calles ni las mismas aceras. Están allí porque han sido acorralados, casi expulsados por la propia sociedad y abandonados.

"En cada niño nace la humanidad" Jacinto Benavente.


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