Extraído del libro Hay un niño en la calle, de Marcos A. Urcola
miércoles, 14 de marzo de 2012
Carta de Lectores, 5 de septiembre de 2007.
Los niños recién nacidos de madres que no desean hacerse cargo de ellos no deben ser internados en hogares de tránsito sino entregados directamente en guarda a las personas que desean tener hijos y no pueden (...). De esta manera se evita un doble mal: el tráfico de niños y la entrega de los recién nacidos y a los que tanto daño le hacen a los pequeños. Estos hogares de tránsito tienen que estar destinados a niños que no son recién nacidos y a los que hoy veremos en las calles, aclarando que, para estos últimos, debe implementarse un régimen razonable de externación junto con la internación.
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